TORTOLA
EUROPEA
Una
golondrina no hace verano, pero la llegada de la primera tórtola
señala la proximidad del estío. Su dulce arrullo, especie de
ronroneo repetido, «rourr-rourr-rourr», se escucha en los
primeros días de abril.
Más
pequeña que las palomas, fina y nerviosa, sólo deja ver el borde
blanco de la cola cuando huye con grandes y entrecortados batidos
de alas.
La
Tórtola Europea debe defender ásperamente su territorio, y su
voz adopta a veces entonaciones belicosas. Delante de la hembra,
el macho se agita, con el plumaje esponjado, en profundas
reverencias, y luego se echa a volar bruscamente en vertical, y se
deja caer, planeando, con todas las plumas extendidas, dando
vueltas sobre aquélla.
En
septiembre, las tórtolas emigran a África. Vuelan sobre todo de
noche en pequeños bandos, mientras que nuestras restantes
palomas, también gregarias, efectúan sus migraciones durante el
día.
Ave muy común como
nidificante en España, particularmente en todo el oeste y sur, la
Tórtola Europea se caza tradicionalmente en muchas regiones en
los llamados «pasos», vuelos diarios comedero-bebedero y
viceversa.
Identificación:Grácil,
con partes superiores de color rojizo arenoso y pecho rosado;
mancha listada de blanco y negro en los lados del cuello; cola
larga con bordes blancos; sexos iguales.
Nidificación:La
hembra construye una débil plataforma de ramas finas, forrada a
veces con raíces, en árbol o arbusto, entre 1 y 5 metros al
menos; pone, de mayo a julio, 2 huevos blancos lustrosos;
incubación, sobre los 14 días, por ambos padres; los pollos,
alimentados por la pareja, abandonan el nido tras unos 18 días,
volando pocos días más tarde; generalmente dos crías.
Alimentación:Semillas
y grano, pipas de girasoles, frutos y pequeños caracoles.
Hábitat:Monte
bravío
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